jueves, 13 de enero de 2011

La siderurguica

España puede considerarse, desde la perspectiva de la industrialización, como perteneciente a la segunda generación de países industriales de Europa con una incorporación tardía, poco menos de un siglo después de la primera Revolución Industrial.
En el período que va de 1840 a 1930 el país fue prioritariamente abastecedor de materias primas con destino a Europa Central y, en un segundo grado, aunque de modo progresivo, se incorporó como productor de bienes industriales. Tardaría casi un cuarto de siglo más que los países avanzados de Europa y América del Norte en insertarse en la segunda fase de la revolución tecnológica; este desfase se recuperó rápidamente, en un corto plazo comprendido entre 1960 y 1973, que recibe el nombre de [[[Milagro español]

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